
En época del COVID-19 se evidencia realidad de los médicos colombianos
La opinión
Por Manuel Guillermo Torres Lopera |
La profesión de la medicina es una de las disciplinas en el área de la salud con mayor reconocimiento y demanda a nivel mundial, en especial en esta época de COVID-19 . Esta carrera exige un alto nivel de exigencia académica y humanitario.
Por otros lado el estudiar medicina en universidades privadas colombiana es un privilegio por sus altos costos de colegiatura , y en la universidades públicas son pocos a los acceden a un cupo universitario de los millares que se presentan.

La cruda realidad de los médicos de Colombia
Los galenos su vinculación laboral con las entidades promotoras de salud (EPS), clínicas, hospitales y puestos de salud es por medio de contratación de prestación de servicios de salud. No cuentan con sus prestaciones sociales y sus condiciones laborales son precarias. Y para mantener una calidad de vida aceptables, muchos se ven abocado a sobrecargan en el horario de trabajo prestando el servicio a varias instituciones para obtener al menos un sueldo que les alcance cubrir sus necesidades.
Siempre vemos como los usuarios de nuestro sistema de salud se quejan a diario de la ineficiencia del sistema, pero hay otro actor que también padece de esta problemática y el coronavirus se encargó de desnudar, la población médica está siendo afectada por la propagación de la pandemia son la primera línea de defensa están siendo contagiados por la falta de elementos de bioseguridad ya hay médicos que han fallecido y la situación cada día empeora en la que obliga a las autoridades locales a cerrar temporalmente las instituciones prestadoras de salud que han detectado focos de contagio

Taxis y buses que los pasan por alto, vecinos que no los dejan entrar a sus hogares, miradas y murmullos. Detrás de esos aplausos nocturnos tan resonantes en las redes sociales y aquellas etiquetas de héroes en la pandemia, la realidad es diametralmente opuesta, el personal médico sufre discriminaciones en su vida cotidiana.
Las estigmatizaciones que padecen día a día, debido a su labor estoica por atender a los pacientes contagiados por el coronavirus.

Usar bata blanca y tapabocas en la calle puede ser ahora el pasaporte a la picota pública.
En esta nota de opinión quiero dejar una reflexión que la comunidad médica merece un trato digno como también a los demás trabajadores de la salud y en este momento de crisis nos dimos cuenta como sociedad que nuestros verdaderos héroes son los de la ola blanca que están al frente de la batalla dando todo lo mejor con dificultades y que los gobiernos tengan la voluntad política de dignificar esta profesión y devolverle el prestigio.

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Un comentario
Geamuri auto la domiciliu DAEWOO REXTON GAB 2020
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